En un emotivo acto de fe y comunidad, la parroquia Santa Teresa y Santa Isabel conmemoró este Jueves Santo los momentos más significativos de la Última Cena de Jesús con sus discípulos, marcando el día del amor fraterno, la institución de la Eucaristía y el sacerdocio. La celebración, que tuvo lugar en el corazón de nuestra comunidad, reunió a numerosos fieles en un ambiente de profunda devoción y reflexión.
Durante la ceremonia, se recordó el gesto de humildad de Jesús al lavar los pies de sus discípulos, un acto que subraya el valor del servicio y la entrega a los demás. Este momento fue especialmente significativo, sirviendo como recordatorio del mandato de Jesús a amarnos unos a otros tal como Él nos amó.
“Hoy, al recordar la institución de la Eucaristía y el sacerdocio, somos llamados a renovar nuestro compromiso de amor, servicio y fraternidad hacia todos nuestros hermanos y hermanas”
La comunidad de Santa Teresa y Santa Isabel vivió momentos de intensa espiritualidad, especialmente durante la consagración y la comunión, reviviendo el legado de amor y sacrificio que Jesús nos dejó en su Última Cena. La parroquia se llenó de gratitud y esperanza, reafirmando la fe de los presentes en los pilares de nuestra Iglesia.
La celebración de Jueves Santo no solo fue un momento para recordar el inicio del misterio pascual, sino también una oportunidad para fortalecer los lazos comunitarios y espirituales de sus miembros, preparándose para vivir con devoción el Triduo Pascual.
Con la mirada puesta en los próximos días santos, la parroquia se prepara para continuar su camino de reflexión y oración, acompañando a Jesús en su Pasión, Muerte y Resurrección. Invitamos a toda la comunidad a unirse a los oficios de Semana Santa, momentos de gracia y renovación espiritual para todos.